En Jaime Lozada Ruiz – Cirugía Plástica queremos ser innovadores en Colombia, con la implementación de uno de los tratamientos de medicina estética más importantes del mundo, el LÁSER PLEXR. Se trata de un sistema de sublimación, que no causa daño al tejido circundante. Esta técnica permite tratar zonas ultrasensibles sin causar cicatrices ni hiperpigmentaciones. Además, no produce daño térmico a la dermis.
APLICACIONES
Su tratamiento estrella es la blefaroplastia no ablativa, corrección de ptosis palpebral sin cirugía, consiguiendo la retracción del exceso de piel en los párpados, igualmente la eliminación de cualquier lesión palpebral (verrugas, xantelasmas, fibromas, etc), también en los problemas comunes del envejecimiento (manchas, arrugas de expresión, rejuvenecimiento de la zona peribucal o código de barras y periorbital o comúnmente llamado patas de gallina).
Excelentes resultados en estrías, corrección de cicatrices y queloides, eliminación de lesiones benignas (fibromas, queratosis y angiomas rubí), problemas de acné activo, cicatrices de acné y post varicela, discromías (lentigos, melasma), manchas cromáticas y remoción de tatuajes independiente del color.
Los resultados son naturales y progresivos (sesión a sesión). Son permanentes cuando hablamos de envejecimiento cutáneo, las sesiones dependen de la zona a tratar, por lo general entre 1 y 3 sesiones.
PRECAUCIONES PRE/POST TRATAMIENTO
- El paciente no puede “tomar sol” 1 semana antes y 3 meses después del tratamiento.
- El paciente debe utilizar
crema fotoprotectora factor 50, mínimo 3 meses después del tratamiento. - Lavar con agua y jabón neutro
las zonas tratadas 2 veces al día hasta que caigan completamente las costras. - Es recomendable el uso de un antiséptico los primeros cuatro días posteriores al tratamiento.
- Mantener hidratada la zona con vaselina una vez caídas.
EVOLUCIÓN POST-TRATAMIENTO
– Al procedimiento le sigue un edema y/o inflamación, de mayor o menor importancia según la indicación clínica, siempre transitorias (de tres a cuatro días) y la aparición de pequeñas costras de medio milímetro que se caen en los días posteriores (entre cinco y siete días).
– Prosigue un natural eritema de duración variable pero siempre inferior a la de un láser convencional. La revitalización final también es muy variable.
– No deja hematomas, ni cicatrices ni produce ningún daño a los tejidos circundantes ni subyacentes.