Una vez una persona joven haya pasado la etapa de crecimiento acelerado es un candidato para la Rinoplastia. En ese momento la nariz ya tendrá su forma adulta, normalmente a la edad de catorce o quince para las muchachas, y quince o dieciséis para los muchachos. Si usted ha dejado de crecer, probablemente ya está listo para realizarse una Rinoplastia.
No hay ningún límite superior en edad, alguien con salud relativamente buena puede hacerse una Rinoplastia. Un adulto ha tenido muchos años acostumbrándose a su nariz, y es común para un adulto querer una cirugía que no cambie la forma de la nariz notablemente, usualmente se desea eliminar un rastro demasiado fuerte y que llama mucho la atención en la nariz. La nariz tiende a inclinarse con los años. Una Rinoplastia puede alzar la punta de la nariz y dar una impresión de juventud, aun cuando el paciente no desee cambiar otros rasgos de su nariz. Por otro lado, algunos adultos pueden haber detestado sus narices desde que ellos eran adolescentes. Estas personas quieren a menudo una Rinoplastia más completa.
Esa pregunta la debe contestar cada persona individualmente. Una irregularidad física menor puede tener poca importancia para una persona, y la misma ser demasiado relevante para otra. La mejora en la apariencia de la nariz también puede reforzar la autoestima y produce un sentimiento bueno al mejorar la apariencia, el beneficio psicológico no puede medirse en una fotografía.
Una Rinoplastia puede realizarse con otras cirugías al mismo tiempo.
Decidir realizarse cualquier tipo de cirugía cosmética no sólo es materia de vanidad. Cuidar profundamente la apariencia física no es una prerrogativa del joven. Nuestros cuerpos envejecen, pero nuestras mentes se quedan juveniles. La cirugía cosmética es un esfuerzo por permitir ver en el espejo una cara que refleje la manera en la que nosotros nos sentimos. Tenga presente que este cirugía es para usted. Aunque un resultado bueno puede tener un efecto agradable en un esposo, amigo, o patrón, no espere la alabanza o nota de todos. Usted no está haciéndolo para ellos. Ellos no están pagando las cuotas y están incurriendo en las molestias menores y riesgos de cirugía. Los cambios los cambios los pueden notar otras personas, otras ni siquiera se dan cuenta. Recuerde que la meta es la mejora, no la perfección. Esfuércese por parecer tan bueno como usted puede estar para su edad, no fijar las metas veinte años más joven de lo que es usted. El paciente que queda más satisfecho con la cirugía es el cuyas expectativas son realistas. La mejora en la apariencia de la cara también puede reforzar la autoestima, impartiendo un beneficio psicológico que no puede medirse en una fotografía.
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